De la calle del Pez a la avenida Francisco de Miranda un mar océano entre dos orillas: aquí, de los pueblos sus entrañas, allá, las entrañas de mi pueblo. Clavada en este taburete a media tarde, se me rompe el corazón en dos pedazos: amarillo, azul y rojo y siete estrellas tiritan entre el bocata y una caña. ¿De qué sirve pensar en el dilema de la imposible ubicuidad que no poseo? Venezuela sembrada hasta en los huesos y tatuada en la carne toda España.
Escrito un bar de la Calle del Pez, Madrid, junio de 2005
Hermoso y conmovedor poema. Palabras que salen del alma para recordarnos el compromiso con esta "tierra de gracia".
ResponderEliminarAyer me di una perdida tremenda en este blog, pero hoy, después de leer Realidad Aumentada, mi intuición hizo acto de presencia y me dijo:chica, dale ese botoncito que tiene el signo más, a lo mejor y aciertas. Efectivamente, ahora sí puedo leer tus archivos encriptados. Salud y bocata para todo el personal de este maravilloso taller.
¡Jajajaja! Lamento que no te hubieses dado cuenta antes, Lector Cómplice. Y ya que lo mencionas, me parece que otras personas que han pasado por aquí han tenido el mismo problema, pues no se han fijado en dichos signos o no han sabido para qué son. Estoy pensando en cambiarlos por Abrir/Cerrar o algo similar, para facilitarles las cosas a los visitantes.
ResponderEliminarSaludos