Vía de sentido único

¡Así, así, así es que se gobierna!, dicen los que se uniforman de rojo rojito cuando su enardecido y sudoroso líder arremete contra todos los que piensan u opinan distinto. Quien todavía tenga alguna duda sobre cuán demócratas somos los venezolanos y cuántos somos los demócratas, así como acerca del carácter autoritario y el afán hegemónico del actual Presidente del país, no hace falta más que oírlo y verlo en el Poliedro, arengando contra la diversidad de criterios y poniendo a brincar a la gente para despabilarla, porque no hay manera de resistir sus soliloquios, pletóricos de insultos, amenazas, descalificaciones y castigos sin cabecear de aburrimiento.

Pero eso que él considera un castigo, es decir, enviar a sus cuestionadores "a la oposición", sería más bien un alivio para los aludidos gobernadores, si éstos se destacaran por el brillo de su vocación de servicio y no por el hollín de su oportunismo.

En todo caso, el embrionario "mamotreto sectario" denominado PSUV sólo puede ser eso, si quien lo promueve y dirige no acepta críticas, impone sus ideas como dogmas de fe, exige sumisión y obediencia ciegas, confunde disciplina con servidumbre, y pasando por encima de la Ley se erige en legislador, juez y ejecutor de sus propias órdenes, con total anuencia de sus incondicionales paniaguados.

Es casi surrealista el cuadro que presenta a nuestros poderes públicos constituyendo los dedos de la mano izquierda de Hugo Chávez: el Poder Ejecutivo en el índice, el Poder Legislativo en el medio, el Poder Ciudadano en el anular, el Poder Judicial en el meñique y el Poder Electoral en el pulgar. Que quede claro que no se trata de una ubicación dispuesta al azar ni improvisadamente. El que cada uno de los poderes ocupe el lugar de un dedo determinado tiene una explicación racional que seguramente el lector sabrá captar.

Fue también surrealista la jornada del jueves 19 de abril en el Poliedro, predominantemente de rojo, enfervorizada la audiencia, eufórico el discursista, olímpico el ejercicio de permanecer ahí por no sé cuántas horas, sin duda, muchas más de las que cerebro alguno pueda mantenerse atento e interesado. ¡Brinquen, brinquen, brinquen…!
En fin, si es esto lo que quiere la mayoría del pueblo venezolano, un caudillo militarista de la izquierda retrógrada que estrangula la libertad y obliga a todo el mundo a caminar en fila por un solo carril, que pregona la pobreza como estado ideal del hombre nuevo, muerto de hambre y ensombrecido bajo la condición de un único modo de pensar, de actuar, de ser y de vivir. Si es este el régimen que quiere adoptar la mayoría del pueblo venezolano para deshacerse de los "vicios" democráticos que permiten a los ciudadanos elegir, decidir por cuenta propia, expresar sin miedo lo que piensan y ser lo que cada cual desea, entonces están encaminados.

Esta es la vía de sentido único que los conducirá al partido único: PSUV, en el cual un solo individuo: Hugo Chávez, dicta la única idea posible: socialismo bolivariano del siglo XXI, bajo una única disciplina: yo hablo, ustedes callan; yo mando, ustedes obedecen; yo me arrecho, ustedes tiemblan.

Y el que no esté de acuerdo, que pida la baja, o que se vaya a la oposición, o que se encierre en su casa, o que se mude a otro país, o que se muera de mengua... ¡Disentir es conspirar!

24 de abril de 2007

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