¡Léeme, Chavez!



Confieso que he pecado de pensamiento, palabra, voto y omisión. Por mi culpa, por tu culpa, por nuestra culpa..., presenciamos el auge y caída del Imperio del Mene, cometimos el error de elegir como gobernantes a los que serían nuestros verdugos, aprovechamos los privilegios de la corrupción y fuimos silentes cómplices de un crimen de lesa patria. Hoy, nos damos golpes de pecho en las esquinas, condenamos a nuestros viejos líderes y dudamos del poder que le otorgamos a estos santos nuevos sin altares. Antes, contratistas petroleros, universitarios credit cards, marginales de reebok y resuelve. Hoy, náufragos de la abundancia arrastrados a la playa del desempleo, quillas destrozadas por los embates de gobiernos depredadores.

¿Qué nos queda? ¿Llegamos tarde a un mundo demasiado viejo? ¿Y ese hombre que escaló el pico Bolívar de nuestra política, soldado antisistema, defensor de las frágiles y devastadas murallas morales del país, agitador de conciencias y corazones en ciudadanos ansiosos de cambios radicales? Pregunto por ese hombre que, ahora Presidente, aún no asume su investidura y esgrime, cual si fuesen espadas, los micrófonos, para aturdir con consignas y versos a un pueblo harto de discursos, ávido de bienestar, devoto de milagros. Pregunto por ese hombre que alberga y alimenta perfectos ideales, pero que no define, no ordena, no ejecuta. Todo el país está a la expectativa. No podemos pararnos en seco para depurar y arrancar desde cero, porque eso representa retroceso y pérdida. ¿Dónde está el programa? ¿Cuáles son, por fin, los lineamientos? Si hemos de romper el esquema podrido, inoperante, que heredamos, ¿cuál es el nuevo esquema.

Yo no quiero prosas, ni citas, ni anécdotas históricas. A mi me encantaría hablar contigo en amena tertulia literaria frente al Chinak Merú. Pero en este momento de pasiones políticas y despechos financieros, en este momento de amargas realidades, lo que necesito son respuestas claras, breves, definitivas; soluciones práticas, urgentes y eficaces. Eres un hombre con una misión imposible de realizarla solo. Tienes que delegar funciones y confiar en tu equipo. No puedes ser presidente, canciller, constituyente, magistrado, soldado y vendedor de pollos al mismo tiempo. Yo quiero que este nuevo proyecto de país funcione, porque tus sueños son los de la mayoría. Pero arranca, Presidente. Sin producción, sin programa económico, no habrá política ni Constituyente. Parecemos mirones de palo frente a un mundo que avanza, indetenible.
Enero de 1999

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comparte tu opinión sobre este post.

Instagram