¿Para qué queremos ser ricos?

Hay gente a la que le iría un poquito mejor en la vida si se callara, si contara hasta mil antes de decir ciertos disparates, si al menos pensara en el significado y en la repercusión de lo que dice. Si, encima de incontinente, resulta que también es falso y por cada palabra que pronuncia se le engrinchan al oyente los acentos, entonces esa persona está provocando a los demás o se está burlando del prójimo.]

Lo que dijo Hugo Chávez el jueves pasado, durante una de sus fastidiosas cadenas, acerca de las razones por las que vive en el Palacio de Miraflores y circula en un vehículo de lujo, después de condenar la aspiración de todos los venezolanos a ser ricos, es una de las más provocativas y burlonas obscenidades que haya pronunciado. Sobre todo cuando quiere hacer ver como una infeliz circunstancia el disfrute de sus comodidades presidenciales, aduciendo, por una parte, forzosa obligación a vivir en la opulencia y, por otra, incontrolable miedo de morir asesinado.

Si en la anchura de su boca cupiese un poco de vergüenza, no diría tantas estupideces. Siendo el presidente de un país donde el 80% de los ciudadanos tienen un rancho por casa y donde se comete un centenar de homicidios por semana, es comprensible y hasta elogiable que todos los venezolanos aspiren a la riqueza.

¿Quieres saber para qué cipote queremos ser ricos? Para vivir en mejores condiciones, en casas decentes con servicios de agua, electricidad, teléfono y aseo urbano. Para comprar alimentos y comer tres veces diarias. Para ofrecerles a nuestros hijos la mejor educación posible en colegios privados, porque las escuelas públicas bolivarianas están en el suelo, no tienen maestros y se mojan cuando llueve. Para pagar la consulta médica, los exámenes de laboratorio y las intervenciones quirúrgicas en clínicas privadas, porque los hospitales del país están contaminados, carecen de insumos y los enfermos se mueren de asepsia. Para movilizarnos en buenos vehículos, porque el transporte público es un desastre, el metro es zona roja, y los conductores de autobuses y taxis y los pasajeros son atracados y asesinados. Para protegernos de la inseguridad, porque estamos cansados de ser víctimas.

Si piensas que por tu condición de mandatario mereces vivir rodeado de seguridad porque temes que te maten, ¿no se te ocurre pensar que todos los venezolanos, por nuestra condición de ciudadanos, merecemos, exactamente igual que tú, vivir con seguridad? ¿O acaso crees que eres más valioso que cualquiera de nosotros o que todos nosotros juntos? No parece que tengas idea de cuánta gente valiosa es asesinada cada día en nuestras calles, de cuántos talentos se pierden prematuramente, de cuántos seres buenos yacen en los cementerios.

Y ahora, te devuelvo la pregunta: ¿para qué cipote quiere tu familia ser rica?, ¿para qué cipote quieren tus ministros, tus diputados, tus gobernadores, tus alcaldes, tus magistrados, tus fiscales, tus funcionarios, ser ricos?, ¿para qué cipote quieren tus homólogos de Argentina, Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua ser ricos con nuestro dinero?

Y tú, ¿para qué cipote querrías vivir en un rancho? ¡No digas sandeces! Nadie te las cree. Lo que sí está claro para todo el mundo es que el socialismo que pregonas se lo quieres dar al pueblo, mientras el capitalismo que condenas lo quieres para ti. Es el síndrome de los intelectuales progre: escriben con la izquierda, mientras comen con la derecha.

29 de abril de 2008

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